Torreón de Tramoya: Vítor Mejuto rinde homenaje a las artes escénicas en el Párraga
Vítor Mejuto muestra en el Centro Párraga más de setenta obras que sintetizan, a través del lenguaje pictórico, los elementos técnicos que hacen posible el artificio de las artes escénicas. Una exposición, la primera del artista en Murcia, que contiene además una reflexión sobre la necesaria complicidad de los espectadores hacia lo representado.
‘Torreón de Tramoya’ es la exposición de Vítor Mejuto (Barcelona, 1969) que puede verse en el Espacio 3 del Centro Párraga de Murcia; una propuesta comisariada por Joaquín Jesús Sánchez (Sevilla, 1990) donde el artista barcelonés afincado en Galicia muestra una colección dedicada a la dimensión más técnica de las artes escénicas, que queda oculta a los espectadores y hace posible la ficción representada sobre el escenario.
Se trata de más de 70 piezas, acrílicos sobre lienzo en su mayoría, que van desde el pequeño formato hasta obras más amplias. En ellas, Vítor Mejuto ofrece todo un repertorio de elementos de los mundos del teatro, el ballet y la ópera; y lo hace de forma sintética, con la estética geométrica, plana y colorista que caracteriza su obra e invita al juego de deducir el referente, o de dejarse sorprender al averiguarlo en el título de la obra.
El elemento representado en la obra que abre la sala recoge la esencia de la exposición y da nombre a la muestra: el torreón de tramoya; la arquitectura interna del escenario que guarda las luces, la maquinaria, los telones… En su montaje, y a partir de esta primera pieza, la exposición traza un recorrido por escenografías, la concha del apuntador, el foso desde donde toca la orquesta o la caída de los telones hasta llegar al lugar más familiar para el espectador: el patio de butacas. En las paredes puede verse, además, un guiño al Teatro Romea de Murcia con un detalle de su fachada entre las obras.
Una de las piezas más llamativas, que ejerce un papel protagonista, es la ‘Señalética para un teatro de ópera’, con un total de 52 obras de pequeño tamaño que contienen símbolos que representan óperas célebres, con títulos que van desde Don Giovanni hasta La traviata, El barbero de Sevilla, Nabucco, Aída, Macbeth o Carmen, entre otras muchas; y que forman un todo que, a modo de mosaico, ocupan toda la pared del fondo con el consecuente impacto visual.
En consonancia con esta señalética, ‘Torreón de Tramoya’ incluye también una vitrina con una obra distinta: una reelaboración que Vítor Mejuto ha realizado sobre el concepto de libreto de ópera. La serie pictórica, realizada sobre papel, simula las partituras de una obra titulada ‘Der Betrüger Maler’, que pertenecería al romanticismo alemán y versaría sobre un pintor tentado por una figura mefistofélica a seguir las modas estéticas del momento. Esta serie, presentada en el montaje como se mostraría un manuscrito original, homenajea un elemento imprescindible en el mundo de la ópera, y juega con la tensión entre realidad y ficción, en este caso, a través de las partituras de una ópera ficticia.
El texto del comisario, incluido en el cuidado programa de mano, realza la reflexión implícita en la exposición sobre el ritual de asistir a un espectáculo, que a diferencia de otras artes requiere una voluntad previa –comprar las entradas, acudir al teatro, buscar la butaca…–; así como sobre los dos pilares que hacen posible la magia sobre el escenario: el esfuerzo técnico y la complicidad de los espectadores, que con su mirada aceptan entrar en la realidad que el escenario construye y recrea.
Una exposición para redescubrir el valor de las artes escénicas y detenerse en la obra de Vítor Mejuto y su característico estilo formal.
Del 23 de enero al 8 de marzo de 2020
Centro Párraga. C/ Madre Elisea Oliver Molina, s/n. Murcia.