Las tres horas en el Museo del Prado de Manolo Pardo en el Casino

Manolo Pardo ha llevado a la Sala Alta del Real Casino ‘Tres horas en el Museo del Prado’; una selección de hasta veinte óleos que ponen el foco en los espectadores que se adentran en los museos, sus motivaciones y pensamientos. Una exposición que tiene su origen en la muestra análoga del artista en la Fundación Cajamurcia de Madrid, y que ha podido verse en Murcia estas fiestas.

Las espectadoras, con el pelo recogido y la vistosidad propia de la ropa del verano, aparecen de espaldas, paseando entre los cuadros del Prado. Tres de ellas comentan detalles de Las tres Gracias de Rubens; una niña lee en silencio, sentada junto a Las meninas; y otras visitantes, detenidas ante La fuente de Ingres o El aguador de Sevilla, observan las obras en soledad, entregadas a la contemplación.

Son las ‘Tres horas en el Museo del Prado’ de Manolo Pardo (Murcia, 1951), la propuesta que, comisariada por Miguel Olmos, ha podido verse en la Sala Alta del Real Casino. La muestra reúne una veintena de óleos donde el artista se pregunta qué motiva la visita a los museos de los ciudadanos del siglo XXI, cuáles son los pensamientos de los espectadores que se detienen delante de una obra, y qué enriquecimiento personal se llevan de esta experiencia.

Las obras se enmarcan en un proyecto más amplio, ‘El enigma de la contemplación’, que desarrolla la temática de la vida interior de los museos y sus espectadores. Manolo Pardo lleva trabajando en él quince años, con una colección que evoca visitantes en salas de museos de distintos países, entre ellos el Prado.

El artista seleccionó obras ambientadas en este último museo para ‘Tres horas en el Museo del Prado’a propósito de su exposición en la Fundación Cajamurcia de Madrid (2016) y a raíz de encontrarse con el libro de igual título de Eugenio D’Ors, donde el intelectual español traza un recorrido para que el joven amigo a quien se dirige pudiera apreciar las principales piezas del Prado en apenas tres horas.

Para elaborar las obras, Manolo Pardo ha tomado apuntes de visitantes in situ, con alguna nota sobre el color de la vestimenta, y ha desarrollado las figuras en estudios posteriores más detallados, como los también presentes en la exposición. Definidas las figuras, las ha dispuesto luego en grupos y situado en el museo, frente a las obras de grandes maestros que han sido escogidas para acompañar a las espectadoras.

Los óleos de la muestra, por tanto, ofrecen escenas ficticias aunque verosímiles, como sucede en la literatura, y ofrecen un trabajo de estudio que se hace más evidente en las obras apaisadas, de elaboración más reciente, que contienen ejercicios de composición casi cinematográficos, con la combinación de distintos planos que rinden homenaje al Agnus Dei de Zurbarán, o a la pintura de Goya.

Una propuesta que llega a Murcia después de la interpretación de El jardín de las delicias que Manolo Pardo llevó a la galería Chys en ‘The Secret Garden’ (2018), y que invita al espectador a detenerse en la experiencia personal, única para cada espectador, de entrar a un museo y contemplar una obra.

 

Del 1 al 29 de abril de 2019
Real Casino de Murcia.
C/ Trapería, 18. Murcia.

 

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