Vicente Martínez Gadea lleva su carpeta de Santaballa a Arquitectura de Barrio

La colección de dibujos de Vicente Martínez Gadea, con el título de ‘La carpeta de Santaballa’, es una de las propuestas más relevantes de Arquitectura de Barrio hasta la fecha. Una individual que es la primera del pintor desde 2014, y que ha hecho pleno en ventas, con el paisaje de puntos rojos propio de los años de bonanza.

Sentarse frente al papel en su casa-estudio de Santaballa, una aldea de Lugo donde el tiempo parece correr más despacio, y deleitarse horas trabajando en un mismo dibujo, en el rayado de cada fragmento; en el punteado del dorado de un cielo o en los trabajados blancos y colores que van construyendo cada cuadro en un minucioso ejercicio libre y experimental de pintura y composición.

Esas son las condiciones de trabajo que dan sentido y unidad a ‘La carpeta de Santaballa’, la colección que el arquitecto, pintor y académico Vicente Martínez Gadea muestra en Arquitectura de Barrio. Más de una veintena de dibujos que, por su detallismo, piden que el espectador los examine de cerca.

La propuesta llega cuatro años después de la última individual del pintor, en el Palacio Almudí; y suma un motivo más para que Arquitectura de Barrio, el estudio y sala de exposiciones de Enrique de Andrés y Coral Marín, esté en el punto de mira del arte murciano con apenas un año de andadura.

La muestra ofrece pequeños y medios formatos que van desde el aspecto más realista de un bodegón hasta otros prácticamente abstractos, pasando por la insinuación de casas y paisajes que en ningún caso responden a un referente real, sino a un trabajo de composición y color. Una figuración que es más bien una sugerencia y se completa en la mirada del espectador.

Realizados en su mayoría con lápiz, y acompañados en ocasiones por pastel, óleo, cera o témpera, los dibujos de Vicente Martínez Gadea aparecen pintados en negativo, con trazos de color sobre el fondo oscuro del papel y dan un acabado aterciopelado presente sobre todo en los primeros dibujos, fechados en 2015.

Aun sin una pretensión de unidad, las obras aparecen cohesionadas por un generalizado cuidado en la composición, fragmentada y meditada, y un leit motiv: las líneas quebradas que simulan recuadros ladeados, como si fueran hojas sacadas de una carpeta y puestas sobre la mesa. Un hallazgo compositivo que se repite y queda recogido en la obra que cierra la exposición, La carpeta de Santaballa.

Una muestra que recuerda que el arte contemporáneo en Murcia está muy vivo, y que transmite las condiciones de creatividad y sosiego de su origen en Santaballa.

Del 13 de diciembre de 2018 al 11 de enero de 2019

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